En el correcto discurso de investidura del nuevo presidente de EEUU Barak Obama, había un lugar destacado para las energías renovables, uno de los ejes principales de la nueva administración norteamericana después de Bush. Así, el día de su toma de posesión, Obama dijo que:
Pues bien, esto es un cambio palpable respecto a la administración anterior, sobre todo en cuanto a "las necesidades de nueva era", de lo que se deduce que EEUU firmará el protocolo de Kyoto, protocolo que yo personalmente considero de una utilidad muy limitada, pero que al menos sirve para crear una conciencia colectiva de la necesidad de reducir el consumo de combustibles fósiles.
En efecto, Obama ya ha manifestado que tiene como objetivo acabar en la medida de lo posible con la dependencia de su país hacia el petróleo, por lo que el desarrollo de energías alternativas es fundamental. En este sentido, puso recientemente como ejemplo de países que han desarrollado correctamente este tipo de energías a España, Japón y Alemania. En fin, este es un buen análisis que responde a la realidad ya que el sistema de subvención o prima a energías que, en principio, son poco competitivas económicamente como las renovables, ha demostrado ser el más eficaz. Esto queda avalado por los el hecho de que hoy en día los dos países punteros en energía fotovoltaica y eólica son Alemania y España, aunque EEUU tampoco ocupa mal lugar (tercer país en potencia instalada en energía eólica tras España).
A pesar de que el sistema de precio primado a la electricidad producida por fuentes renovables tiene sus críticos y que es sustancialmente mejorable, como se ha intentado hacer con el nuevo Real Decreto 1578/2008, logra el doble objetivo de conseguir que se instalen efectivamente Mw de electricidad "limpia", así como dar un primer impulso a tecnologías que, a pesar de no ser en principios competitivas, lo van siendo en la actualidad (la eólica, por ejemplo).
En resumidas cuentas, es una buena noticia que el nuevo gobierno de los EEUU se fije como un objetivo prioritario el desarrollo de las energías renovables como lucha contra las emisiones de Co2 a la atmósfera y la dependencia al petróleo. Esto, a buen seguro, servirá para estrechar las relaciones con España si Zapatero no lo estropea, como a veces lo ha hecho. Sin embargo, espero que Obama no copie a España su política nuclear hostil a esta energía ya que prescindiría de una energía limpia, barata y con pocos riesgos, fundamental para dar seguridad a un sistema eléctrico cada vez más dependiente de energías limpias, pero "volubles" como son las dependientes del sol o el viento.
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