Como suele ser habitual, el Diario "Público" tiene una sección bastante interesante y bien documentada sobre problemas relacionados con la energía y el medio ambiente. Hoy en su página web publica un interesante artículo sobre la situación en la que se encuentra la ya cerrada (al menos para la producción eléctrica) central de Zorita (Guadalajara) y su utilización como ATI (almacenamiento temporal de residuos). Respecto al reportaje que os incluyo íntegro más abajo, indicar que a día de hoy los residuos se guardan en las propias centrales nucleares (en sus piscinas) o en contenedores externos (como es el caso de los ATI de Zorita y de Trillo). El cementerio de residuos nucleares situado en el El Cabril (Córdoba), perteneciente a la empresa Nacioanal de Residuos Nucleares (ENRESA), no está destinado a este tipo de residuos, sino a los de baja y media intensidad (por ejemplo, residuos de las instalaciones nucleares para uso médico,..).
El problema es, obviamente crear un depósito centralizado para estos residuos y más seguro. Ningún ayuntamiento querría tener esto cerca de su municipio, a pesar de que las subvenciones se presume que serían muy altas. En cierto modo, no hay razón lógica para pensar que pudiera ser inseguro, debido a que actualmente los residuos se almacenan con "menos garantías" que en una instalación ad hoc-aunque de forma segura, obviamente en las propias centrales nucleares, las cuales también están relativamente cerca de algunas poblaciones.
"La central de José Cabrera, en Almonacid de Zorita (Guadalajara) es pionera en casi todo. Fue la primera nuclear española en entrar en operación en 1969, y también fue la primera en tener un cierre programado, el 30 de abril de 2006. También es la pionera en contar con un almacén temporal individualizado (ATI), que ya ha comenzado a llenarse. Esta semana concluirá el primer transporte de los residuos de alta radiactividad desde la piscina, donde permanecen mientras la planta está en funcionamiento, hasta el almacén en seco o ATI, situado en el recinto de la planta.
Este primer traslado es el comienzo del fin de la central, y la necesidad de búsqueda de alternativas. La propietaria de la planta, Unión Fenosa, cuenta con un proyecto para construir una central de ciclo combinado, con dos grupos de 400 MW, lo que supone una potencia cinco veces superior a la de la nuclear. La central de ciclo combinado generaría "cinco veces más de electricidad, pero cinco veces menos trabajo que la nuclear", apunta el alcalde de Almonacid de Zorita, Gabriel Ángel Ruiz del Olmo, quien considera que el proyecto es una alternativa, pero insuficiente, ya que de los 250 puestos de trabajo de la nuclear, la de ciclo combinado sólo aportará 50 directos.
Los 26 municipios de la comarca de Zorita aprobaron en 2005 el Plan Zorita para generar un tejido empresarial que ofreciera alternativas a la nuclear, una vez que se clausure en 2015. Sin embargo, el alcalde de Almonacid de Zorita se mostró "decepcionado" con el desarrollo del plan, porque "la Junta de Castilla-La Mancha ha cambiado los criterios para asignar subvenciones a proyectos" y muchas de las iniciativas se han quedado fuera. Así, por ejemplo, no se darán ayudas a un vivero empresarial previsto ni a servicios para la tercera edad.
Los que sí son susceptibles de recibir ayudas dentro del plan son un camping, el centro de interpretación de la energía, un complejo artesanal, un polígono industrial mancomunado y un servicio de rutas turísticas por la zona. El Plan Zorita, en vigor desde 2006 hasta 2015, periodo de desmantelamiento de la central, contemplaba que la Junta iba a destinar dos millones de euros anuales para los 26 municipios, con un máximo de 100.000 euros para cada uno de ellos.
"Alternativas reales"Ruiz del Olmo lamenta que en 2015, cuando se clausure la central, el pueblo dejará de percibir las ayudas por ser municipio nuclear, por lo que es urgente que se generen alternativas reales. Fuentes de la Asociación de Municipios en Áreas Nucleares (AMAC) afirman que los pueblos "tienen que tener alternativas antes de que cierren las plantas, no como en Zorita, donde no se ha desarrollado un plan con antelación".
El primer contenedor de los 12 que albergarán los residuos de alta radiactividad dormirá a finales de esta semana en el ATI. El combustible gastado pasa de enfriarse con agua a bajar su temperatura por aire. La operación de transporte de cada contenedor (descrita en el gráfico) dura dos semanas y los técnicos de la central han recibido formación en EEUU para que todo salga a la perfección. Los residuos se confinan en una cápsula llena de helio y cerrada herméticamente. "La cápsula tiene que estar exenta de humedad y en una atmósfera inerte, y el helio es el elemento idóneo", explica el director de la central, Pablo Díez.
El ATI está protegido con un vallado exterior y se levanta sobre una losa antisísmica. En total albergará 16 contenedores, doce para el combustible gastado y cuatro para materiales residuales procedentes del desmantelamiento. Una vez que se haya extraído del reactor el combustible gastado, la explotación pasará a manos de Enresa hasta 2015, cuando la instalación debería quedar clausurada.
El VI Plan General de Residuos Radiactivos prevé un almacén temporal centralizado (ATC) para albergar los residuos de todas las centrales. Una solución que no ha estado a tiempo para José Cabrera. La fecha límite para el ATC es 2010. "Al no haber un ATC se tuvo que construir un ATI para que la central se empezase a desmantelar", explica el alcalde. La licencia del ATI es hasta 2015, pero ¿qué pasará después?. "El pueblo ha asumido que los residuos se queden hasta 2015 mientras la central se desmantela, pero en esa fecha no deberían estar aquí, deberían ir a un supuesto ATC", añade. Así, en la autorización del ATI consta que "la vida útil del proyecto del almacén será hasta el año 2015". La AMAC considera que "un ATC es más seguro que siete ATI", y recuerda que los pueblos "no pidieron tener las centrales ni después sus residuos".
Este primer traslado es el comienzo del fin de la central, y la necesidad de búsqueda de alternativas. La propietaria de la planta, Unión Fenosa, cuenta con un proyecto para construir una central de ciclo combinado, con dos grupos de 400 MW, lo que supone una potencia cinco veces superior a la de la nuclear. La central de ciclo combinado generaría "cinco veces más de electricidad, pero cinco veces menos trabajo que la nuclear", apunta el alcalde de Almonacid de Zorita, Gabriel Ángel Ruiz del Olmo, quien considera que el proyecto es una alternativa, pero insuficiente, ya que de los 250 puestos de trabajo de la nuclear, la de ciclo combinado sólo aportará 50 directos.
Los 26 municipios de la comarca de Zorita aprobaron en 2005 el Plan Zorita para generar un tejido empresarial que ofreciera alternativas a la nuclear, una vez que se clausure en 2015. Sin embargo, el alcalde de Almonacid de Zorita se mostró "decepcionado" con el desarrollo del plan, porque "la Junta de Castilla-La Mancha ha cambiado los criterios para asignar subvenciones a proyectos" y muchas de las iniciativas se han quedado fuera. Así, por ejemplo, no se darán ayudas a un vivero empresarial previsto ni a servicios para la tercera edad.
Los que sí son susceptibles de recibir ayudas dentro del plan son un camping, el centro de interpretación de la energía, un complejo artesanal, un polígono industrial mancomunado y un servicio de rutas turísticas por la zona. El Plan Zorita, en vigor desde 2006 hasta 2015, periodo de desmantelamiento de la central, contemplaba que la Junta iba a destinar dos millones de euros anuales para los 26 municipios, con un máximo de 100.000 euros para cada uno de ellos.
"Alternativas reales"Ruiz del Olmo lamenta que en 2015, cuando se clausure la central, el pueblo dejará de percibir las ayudas por ser municipio nuclear, por lo que es urgente que se generen alternativas reales. Fuentes de la Asociación de Municipios en Áreas Nucleares (AMAC) afirman que los pueblos "tienen que tener alternativas antes de que cierren las plantas, no como en Zorita, donde no se ha desarrollado un plan con antelación".
El primer contenedor de los 12 que albergarán los residuos de alta radiactividad dormirá a finales de esta semana en el ATI. El combustible gastado pasa de enfriarse con agua a bajar su temperatura por aire. La operación de transporte de cada contenedor (descrita en el gráfico) dura dos semanas y los técnicos de la central han recibido formación en EEUU para que todo salga a la perfección. Los residuos se confinan en una cápsula llena de helio y cerrada herméticamente. "La cápsula tiene que estar exenta de humedad y en una atmósfera inerte, y el helio es el elemento idóneo", explica el director de la central, Pablo Díez.
El ATI está protegido con un vallado exterior y se levanta sobre una losa antisísmica. En total albergará 16 contenedores, doce para el combustible gastado y cuatro para materiales residuales procedentes del desmantelamiento. Una vez que se haya extraído del reactor el combustible gastado, la explotación pasará a manos de Enresa hasta 2015, cuando la instalación debería quedar clausurada.
El VI Plan General de Residuos Radiactivos prevé un almacén temporal centralizado (ATC) para albergar los residuos de todas las centrales. Una solución que no ha estado a tiempo para José Cabrera. La fecha límite para el ATC es 2010. "Al no haber un ATC se tuvo que construir un ATI para que la central se empezase a desmantelar", explica el alcalde. La licencia del ATI es hasta 2015, pero ¿qué pasará después?. "El pueblo ha asumido que los residuos se queden hasta 2015 mientras la central se desmantela, pero en esa fecha no deberían estar aquí, deberían ir a un supuesto ATC", añade. Así, en la autorización del ATI consta que "la vida útil del proyecto del almacén será hasta el año 2015". La AMAC considera que "un ATC es más seguro que siete ATI", y recuerda que los pueblos "no pidieron tener las centrales ni después sus residuos".
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